¡Hola, hola! ¡Qué meses de verano tan movidos! ¿Os habéis enterado de la #SemanaAutopublicados organizada por El Rincón de las Páginas? Yo la inauguro con la reseña de un libro que leí hace un mes: Oliver Ray y las Luciérnagas del Infinito. Pero si me seguís por las redes, veréis otras muchas perlas dedicadas a los autores autopublicados (vente conmigo a Twitter o Facebook).



¿Por qué decidí leer Oliver Ray y las Luciérnagas del Infinito? Oliver nos visitó en el club de lectura para que todas las lunitas lo conociésemos y fue una grata compañía. Os desvelo todo a continuación.

¿Cómo es la lectura de Oliver Ray y las Luciérnagas del Infinito? Oliver Ray es una novela de ciencia ficción. Cuando leo este género me gusta que esté bien representado a través de los elementos de la obra. Y en este caso, Daniel no se corta en recrear el sci-fi en todo su esplendor (aunque más enfocado a jóvenes, lo cual es todavía más meritorio). Habrá naves espaciales, planetas errantes, muchos artilugios tecnológicos y ¡hasta un lenguaje de lo más galáctico! 

Otra de las cosas que me encantan en las novelas de ciencia ficción, a parte de los viajes estelares y los cachivaches tecnológicos, es descubrir nuevos mundos. En este caso, Daniel nos llevará de paseo a varios lugares procurando que todo sea muy colorido y visual. Y en ellos, por supuesto, iremos conociendo más y más personajes. Los personajes son una de las mejores cosas de la novelaMe recreo un momento en ellos porque hay un aluvión de fantasía en su creación. Desde troncos andantes hasta humanos violetas. Adoro cuando los escritores dejan volar su creatividad en la construcción de los habitantes de su texto, porque también están fomentando la imaginación del lector. ¡Y en este libro podemos conocer a gran parte de ellos en forma de ilustraciones! Además, al estar en blanco y negro, entran ganas de colorearlas. Puede ser una actividad chula que proponer a los más jovencitos. 
Ilustración extraída del libro.

Algo inherente a los personajes son los diálogos, y en esta trama los encontramos en abundancia. Están llenos de humor y compañerismoEl tono de la novela es muy distendido.

El final es realmente poético (no me esperaba este cariz). El autor se la juega con un giro espiritual en la trama y nos deja, desde mi punto de vista, una de las explicaciones más bonitas que he leído sobre el "más allá", "la muerte", "las almas", y otros términos afines. ¡Cuánto podrían aprender los más jóvenes con este final! 

Los giros son predominantes en el libro. Hay mucha acción y muchas líneas argumentales que por supuesto, convergen al llegar al final. Sin embargo, este exceso de aventuras me lleva a hablar de dos aspectos negativos: 1) Algunas partes no se entienden bien. Hay poca explicación o suceden demasiado aceleradas como para extraer su esencia. 2) A partir de la mitad del libro, nos invade la sensación de que el texto mete la quinta (marcha) y hay prisas por finalizarlo. Además, se encuentran algunos cortes bruscos entre pasajes.

Cuando un argumento le gusta al lector, quiere recrearse más en algunos momentos, y se hace imprescindible una suave continuidad entre pasajes (sobre todo si lo que predomina es la acción). Por eso, le vendría bien reeditar algunos capítulos, añadir más detalles o tomarse con más calma ciertas partes. También como sugerencia, añadiría un glosario de términos (el lenguaje a veces es un poco técnico) y quizás, algunos planos sobre las partes de una nave u otros instrumentos (los niños aprenderían además un montón sobre mecánica :P). 

Foto realizada por La Reina Lectora.
En cualquier caso, este libro tiene realmente la magia de las estrellas, y cada cual debe encontrar las suyas en él. Ha sido una lectura maravillosa, llena de color y personajes entrañables que te hará volver a creer en todas las cajas de cartón que se convirtieron en naves espaciales. ¡Viva la ciencia ficción!


¿Volvería a leer algo de Daniel Rivaya? ¡Por supuesto! Me encanta el buen rollo que transmite con su forma de escribir y la desbordante imaginación que tiene. Estoy deseando leer más aventuras sobre Oliver, así como otras historias que le anden rondando por la mente.

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